DOMINGO DE CLÁSICOS: MIEDO Y ASCO EN LAS VEGAS
MIEDO Y ASCO EN LAS VEGAS (1998)
Director: Terry Gilliam
Calificación: 7.1
Bienvenidos a un nuevo Domingo de Clásicos donde tenemos una cinta de culto basada en el libro de Hunter S. Thompson, del legendario Terry Gilliam: Miedo y Asco en Las Vegas. Como en mi país natal, Colombia es día de elecciones, decidí sacar del baúl una película políticamente incorrecta cuyo material de origen fue creado en una era donde Estados Unidos cambiaba en todos los aspectos.
En la película, el periodista Raoul Duke y su abogado el Dr. Gonzo, se embarcan en un viaje hacia la ciudad del pecado donde las drogas toman poder sobre ellos, llevándolos por aventuras bizarras donde los límites de la realidad se distorsionan mientras nuestros personajes sobreviven a la era del Ácido y del Punk Rock.
Terry Gilliam es uno de mis cineastas favoritos, creo que es un maestro visual cuyas excéntricas historias lo hacen único en su género, desde distopías futuristas como Brazil y Doce Monos, hasta cintas que expanden la imaginación como Las Aventuras del Baron Munchausen y El Imaginario del Doctor Parnassus, Gilliam lleva a sus espectadores a mundos distintos que a su vez se sienten reales. Hunter S. Thompson era un autor que no tenía pelos en la lengua y a pesar de haber sido una persona bastante irreal, era único en lo que hacía y creo que Gilliam fue la elección perfecta para tomar las riendas del proyecto.
Vamos con el elenco, Johnny Depp era en aquella época, uno de los actores más interesantes y polifacéticos, no generaba tanta taquilla, pero estaba bajo el ojo de Hollywood y los críticos, luego Piratas del Caribe sucedió, convirtiéndolo en una parodia de si mismo. En esta cinta, Depp es divertido, logra interpretar a Duke a la perfección, con los manerismos de Thompson y todo. Pero si hay alguien que se roba el show es definivamente Benicio del Toro que es el polo opuesto de Depp, el puertorriqueño es un camaleón y aquí logra un personaje que causa entretenimiento como repudio. Depp y Del Toro son los únicos personajes que aparecen en la cinta mientras que tenemos cameos de otros actores como Tobey Maguire, Cameron Diaz, Ellen Barkin y Gary Busey.
En aspectos técnicos la cinta tiene un 10, la fotografía de Nicola Pecorini hace un uso increíble de colores que logran una máxima saturación, tanto en las luces de neón como en el desierto que parece de otro mundo. Muchos dicen que esta cinta representa en gran parte un viaje causado por el LSD, hay escenas que parecen fuera de lugar y algunos saltos de eje que en otra cinta se consideraría un error, sin embargo aquí es intencional.
Mi mayor problema con esta cinta es que a veces no mide bien su tono, tenemos una escena bizarramente divertida y luego sucede algo serio de manera brusca, es un problema que tiene Gilliam en gran parte de su filmografía, también siento que la película trata de decir un mensaje, sin embargo no lo sabe explotar, los acentos de algunos personajes puede que los hayan pensado como caricaturescos debido a la naturaleza satírica de la historia pero resulta distractor en el peor de los casos. La trama no es tan profunda para ser honestos, y sólo se puede apreciar la película como medio de entretenimiento.
Narrativamente simple pero visualmente impactante y políticamente incorrecta, Miedo y Asco en Las Vegas es una alocada película que te lleva por un viaje alucinante en todo el sentido de la palabra que logra entretener por su propuesta estética junto con las grandes actuaciones de Johnny Depp y Benicio del Toro.
Este fue el último Domingo de Clásicos de Mayo, la próxima semana las reseñas finales en nuestro especial de Placeres Culposos y en el mes de Junio, muchas sorpresas más. Muchas gracias por ser los mejores lectores y si les gustó esto, comenten y compartan, este blog no es sólo mio, es de ustedes.
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