EL BAÚL PODRIDO PRESENTA: EL ESPÍRITU
EL ESPÍRITU (2008)
Director: Frank Miller
Calificación: 1.7
Bienvenidos a una nueva entrega de nuestra sección favorita: El Baúl Podrido, donde hablamos de cintas graciosamente malas, y la víctima de hoy es el segundo largometraje dirigido por el legendario Frank Miller, famoso por volver a Batman y Daredevil cooles otra vez en los cómics y por tener éxito con su adaptación de Sin City en 2005 que había sido co dirigida por Robert Rodriguez. Con ustedes, uno de los pilares que decayeron la popularidad de Miller, El Espíritu.
Esta es la historia de un héroe ciudad-fílico que combate el crimen como El Espíritu, un enmascarado mujeriego que no puede ser asesinado tan fácilmente. Las cosas se complican cuando un amor del pasado regresa a su ciudad para buscar un arma poderosa, la cual también caza su archienemigo, El Pulpo, un estereotípico Samuel L. Jackson que tiene ocho de todo y se cambia de ropaje en cada escena donde aparece.
Esta reseña tendrá Spoilers, pero no creo que vayas a ver esta película de todos modos. Así que, al carajo, SPOILER ALERT.
Esta era una de las películas que más esperaba en el 2008, a mí me encantó Sin City a pesar de no tener la edad apropiada para verla, pero su estilo visual y fidelidad al cómic era algo nunca antes visto. Estaba emocionado por ver la siguiente cinta de Frank Miller en su faceta de cineasta y con ese efectivo primer teaser que uso el tema de Los Intocables, se nos prometió una buena propuesta. Tal vez era un proyecto que Miller tomó personal ya que estaba adaptando el cómic más famoso de su ídolo Will Eisner.
La cinta a pesar de promocionarse, creo que jamás se estrenó en Colombia, pero la alquilé en DVD unos años después, a pesar de ver las críticas super negativas y su fracaso en taquilla. Y lo que vi fue una rotunda y total... vergüenza.
No me gusta decir que una película es una mierda, porque a pesar de todo hay un grupo de gente que se esforzó al máximo para crearla, pero una cinta como El Espíritu resulta ser un equivalente a la palabra mierda. Es una cinta que le falta creatividad, pasión e inspiración y se convierte en una parodia de Sin City si hubiera sido escrita por Tommy Wiseau.
Vamos con el elenco, Gabriel Macht es un actor que muchos reconocemos como Harvey Specter en la famosa serie Suits, pero mucho antes de eso, era un actor de clase B que participaba en un montón de películas malas y dirigidas a DVD. Creo que Macht no es un mal protagonista, pero ciertamente el guión y la pésima dirección de Miller no le hacen justicia a esta héroe. Sus narraciones son clichés en el peor sentido de la palabra y hay momentos donde es sutil y otros donde se sobre actúa horriblemente. Hay un talentoso elenco de mujeres bellas como Sarah Paulson, Eva Mendes, Paz Vega y la inolvidable Scarlet Johannsson, pero no importa que tan bellas sean o que tan sexualizadas estén, sus caracterizaciones son igual de profundas a un simio descerebrado tratando de hacer una operación del corazón. Samuel L. Jackson da una actuación similar a Arnold Schwarzenegger en Batman & Robin, aquí parece que reconoce lo absurdo de la película y decide convertirse en una caricatura con un sinfín de disfraces, desde proxeneta de los 70, Samurai, Soviético, Científico y el mejor de todos... un Nazi. Un maldito Nazi. ¿No me creen? miren:
¿Y todo esto le aporta algo a la historia? Claro que no. Al menos el Bad Mother***er es entretenido, aunque está acompañado de Scarlet y un montón de secuaces clonados que tratan de imprimirle comedia pero sus chistes son igual de graciosos que un taladro caliente en los testículos.
Esta película tiene todos los clichés de Frank Miller como voces en off, un estilo visual sacado del cine negro, planos que parecen viñetas, una paleta de colores opaca, mujeres mostradas como objetos sexuales y escenas bizarras que no tienen sentido.
Una de las razones por las que Sin City funcionó fue el aporte en dirección de Robert Rodriguez y Quentin Tarantino, pero en El Espíritu, Miller está solo y usa su falta de experiencia en el cine para darnos una película frustrante y ridícula.
En Sin City el blanco y negro era justificado, pero aquí la paleta de colores no tiene coherencia, hay algunas partes donde está en blanco y negro, otras en sepia, otras en rojo, pero no hay razón para ser así. Tal vez Miller sólo lo vio como algo cool. No hay un tono fijo, a veces quiere ser una historia serie y violenta, otras veces trata de ser algo sacado de James Bond, otras una cinta de fantasía y otras veces una comedia de Michel Gondry. Pero falla miserablemente en todas ellas, además el hecho que el arma sea la sangre de Hércules que supuestamente lo convierte en inmortal es muy estúpido.
Las escenas de acción no son emocionantes y a veces se tornan muy largas, como la pelea inicial entre El Espíritu y El Pulpo donde tratan de imponer la brutalidad de Sin City pero termina siendo una pobre imitación de Tom y Jerry.
Me gustan las películas bizarras, pero que al menos se justifique el porqué es así. El Espíritu es una cinta mediocre que trata de ser muchas cosas y piensa que porque es Frank Miller, será un éxito asegurado cuando la realidad es otra. Esta vino en una época donde el Sex Appeal de Miller estaba pasando de moda, ya su estilo serio y oscuro que le dio éxito en los cómics de los 70 hasta los 90 no era lo que el público buscaba, aquel brillante guionista y artista que nos dio algunas de las historias más complejas se había convertido en una parodia de sí mismo, y cuando nos dieron esa secuela de Sin City en el 2014, ya el público no era el mismo. El Espíritu tiene pasión hacia sus mujeres y su ciudad pero los involucrados en esta película carecen de esta emoción y se llega a sentir más como un matrimonio por conveniencia que por amor.
Esta fue mi reseña de El Espíritu. En el Domingo de Clásicos hablaré de The Rocketeer y la próxima semana tendremos el Especial Mágico donde hablaré de la saga Harry Potter. Si les gustó esto, comenten y compartan. Este blog no es sólo mio, es de ustedes.
Comentarios
Publicar un comentario