DOMINGO DE CLÁSICOS: EL MARIACHI

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EL MARIACHI (1992)

Director: Robert Rodriguez
Calificación: 7.2

Bienvenidos al primer Domingo de Clásicos de Febrero donde daré paso al Especial Órale Rodriguez, en el que hablaré de algunas cintas realizadas por el rebelde de Hollywood: Robert Rodriguez, el chicano que se encarga de escribir, dirigir, editar, musicalizar, entre muchas otras cosas, siendo un símbolo del cine independiente que comenzaría con su ópera prima de 1992: El Mariachi.

En un pueblo al norte de México, un sicario conocido como Azul escapa de prisión para cobrar venganza del mafioso conocido como Moco (Si, así se llama y es gracioso), sus secuaces le proveen un estuche de armas que se disfraza como uno para guitarras, el cual portará para cumplir con su misión. Mientras tanto un joven mariachi que porta un verdadero estuche de guitarra, llega a este pueblo buscando una oportunidad para vivir de la música pero las cosas cambiarán para mal cuando este es confundido con Azul y comienza una carrera contra el tiempo que lo transformarán en un vigilante sin piedad.

Como muchos sabrán, Robert Rodriguez fundó esta película con su propio dinero, el cual ganó trabajando como conejillo de indias en un laboratorio, en aquel entonces había estudiado en la Universidad de Texas y su cortometraje Bughead lo motivó para convertirse en cineasta. 7 mil dólares recaudaría para su primer largometraje: El Mariachi, una cinta de acción y suspenso filmada en Acuña, México, donde Rodriguez hizo todas las labores de producción debido al poco dinero que tenía, de los 7 mil dólares, casi todos se fueron para rentar la cámara de 16mm que se necesitaba para filmar. Cuando uno ve todos esos detalles que obligaron a Rodriguez a improvisar, realmente se aplauden sus esfuerzos, en el DVD e incluso por internet pueden encontrar el documental 10 Minute Film School donde Rodriguez explica qué trucos usó para ahorrar dinero en el "set", es muy buena información para aquellos que quieran empezar en el medio.

Vamos con el elenco, aquí debemos tener en cuenta que muchos de los actores eran naturales e incluso gente local del pueblo a la cual Rodriguez no pudo pagar por su limitado presupuesto, digamos que aquí no hay una actuación destacada, Carlos Gallardo encarna al titular Mariachi (rol que interpretaría Antonio Banderas en las secuelas) y nos vende una persona noble con sueños bohemios el cual no es capaz de lastimar a alguien, su viaje hacia lo que se convertirá eventualmente es uno de los puntos más interesantes de la película, pero me hubiera gustado ver más de esa transformación final, algo que Mad Max hizo perfectamente. El otro actor que creo que se destaca es el fallecido Peter Marquardt que encarna a Moco, aunque su nombre da más risa que miedo, ciertamente Marquardt tiene una mirada muy convincente y el hecho de que no sabía lo que estaba diciendo porque no hablaba español es algo bastante impresionante viendo el como dice sus líneas.

Tal vez a principios de los 90, la gente estaría más impresionada con este film que en la época actual, ciertamente después de casi 27 años, la cinta no ha envejecido bien, se notan mucho los problemas de continuidad en muchas escenas de acción, el hecho que el diálogo no fue grabado en vivo sino en post producción, algunos ángulos de cámara donde la imagen está desenfocada y una música que parece salida de esas horrendas producciones que presentan en Cinema Dinamita.  Aunque la mejor música se encuentra en los arreglos y canciones en guitarra que realmente venden ese mundo del Mariachi y le aporta mucho al personaje.

Apartando esos puntos negativos, El Mariachi resulta ser una entretenida película, creo que prefiero más a Desperado que esta (la cual hablaré la próxima semana), pero lo que tiene de efectivo la primera cinta es la historia. Uno de los problemas de las secuelas, especialmente Érase Una Vez en México, es que la trama se enredaba demasiado sin necesidad, con un montón de subtramas y personajes que tenían potencial pero son desperdiciados al final. Al menos en El Mariachi, como tenemos un elenco bastante limitado, tenemos más enfoque en la trama principal, la cual es fácil de digerir. En pocas palabras El Mariachi tiene la historia, Desperado tiene la acción y Érase Una Vez en México tiene los personajes.

Las escenas de acción, aunque se vean limitadas, son bastante efectivas y convincentes, hubiera querido ver un enfrentamiento en el tercer acto, pero entiendo que ya no había dinero para aquello. El ritmo es bastante rápido y adecuado, además que hay momentos de humor que son muy hilarantes, como la escena del tecladista o cuando Dominó confronta al Mariachi en la bañera y él improvisa una canción para confirmar su inocencia.

Muchos tal vez no conocen esta cinta porque la introducción de la mayoría (incluyéndome) a la saga del Mariachi fue Desperado, sin embargo el intro de aquella película me causaba un poco de confusión por la aparición de Moco, pero me alegro de haber encontrado esta cinta, ciertamente es limitada en su aspecto, pero el producto final demuestra que no siempre necesitas 1 millón de dólares para hacer arte, sólo toma una cámara y usa tu creatividad, de todos modos esa es la clave de muchos artistas.

Así que te recomiendo ver El Mariachi al menos una vez para saciar tu curiosidad y de paso hazte una maratón de toda la trilogía, podrás encontrar muchos defectos, pero si algo es seguro, es que es puro entretenimiento.

Este fue el Domingo de Clásicos de esta semana, la próxima: muchas más reseñas en el Especial Órale Rodriguez, si les gustó esto, comenten y compartan, este blog no es sólo mio, es de ustedes. 

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