NOSTALGIA VS. NOVEDAD


Bueno, no esperaba escribir esto el día de hoy, pero creo que la ocasión lo amerita. Con el estreno de Star Wars Los Últimos Jedi, la crítica la alaba, seguramente será un éxito de taquilla, pero las reacciones del público se han visto divididas. Muchos han aprobado la manera como el Episodio VIII se tomó riesgos para darnos algo nuevo, mientras que otros han criticado la forma como ha afectado el canon que lleva Star Wars desde 1977.

Ahora, en esta década se ha visto un re surgimiento de franquicias que tuvieron gloria en décadas pasadas, más que todo entre los 70, 80 y 90 como Mad Max, Jurassic Park y por supuesto Star Wars. La nostalgia se ha apoderado de las carteleras y también de la televisión con nuevas temporadas de X Files, Will & Grace, Full House e incluso con nuevas series como Stranger Things, que rinde homenaje a la cultura pop de los 80.

Muchos piden a gritos originalidad en Hollywood, pero a la vez quieren sentir la misma emoción que experimentaron en el pasado con estas viejas franquicias. La cuestión es que las cosas no pasan dos veces de la misma forma o como dice el viejo refrán: Uno no se baña en el mismo rió dos veces. Aunque veamos una película cierta cantidad de veces, la experiencia es diferente y la cuestión es que no importa cuantas Star Wars, Mad Max o Jurassic Parks tengamos en el futuro, la sensación de novedad se desvanece.

Un ejemplo muy irónico que aplica en Star Wars es que los fanboys odiaban las precuelas por no parecerse a la trilogía original, ahora, esos mismos fanboys odian las nuevas cintas porque se parecen a la trilogía original. No importa cuantas críticas, videos de YouTube o podcasts se realicen sobre el inconformismo de los fans, lo que más importa para los estudios es el dinero y si sus productos tienen billones de recaudación, ellos entenderán que la formula funciona en términos monetarios, por eso lo siguen haciendo y esos mismos fanboys seguirán viendo las películas una y otra vez para encontrar defectos y no se dan cuenta que el ratoncito seguirá lucrándose.

Ahora, en esta era digital donde tenemos más oportunidades de expresar nuestra opinión, cuando es respecto a tema de geeks, el fuego Valirio de la Internet se enciende, pasa cuando una película de DC es estrenada, cuando Game of Thrones muestra algo que no pasa en los libros, cuando cambian a un personaje pelirrojo a afro americano siguiendo una agenda políticamente correcta, entre otros casos. La eterna batalla entre la novedad y la nostalgia es bastante aguerrida, junto con las altas expectativas que se nos generan estas películas. Aunque aprendí que es mejor no esperar tanto de una cinta, así el efecto sopresa es mucho mejor, había tenido tanta emoción por ver Age of Ultron pero el producto final, aunque me gustara, no fue tan bueno como esperaba. En cambio, una película como It, no tenía nada de fe, primero porque era un hecho que muchas adaptaciones de Stephen King eran regulares y segundo porque el género de terror es uno que está vulnerable a lo ridículo, la película afortunadamente logró sorprenderme tanto que es una de las mejores películas del año para mí.

Roger Ebert dijo una vez que la gente ya no ve películas buscando una buena cinta en sí, y creo que actualmente estamos viendo las cintas para encontrar defectos por doquier, guiándonos por calificaciones del Tomatómetro y olvidándonos de la razón por la que vamos a cine: Para entretenernos o al menos tener una experiencia como ninguna otra.

La nostalgia es buena en ciertas dosis, pero cuando Hollywood insiste en embutirnos glorias pasadas para hacernos olvidar del presente que vivimos, se vuelve algo sencillamente fastidioso. Cuando los cineastas tratan de hacer algo nuevo al respecto, muchos los juzgan por destruir la mitología que se había armado en su cabeza por años, pero cuando alguien hace algo con un estilo similar al pasado, lo tildan como copia barata.

Una serie de TV que sufre del problema de la Nostalgia vs. Novedad es Star Trek: Discovery, una que ha sufrido la desaprobación de los fanboys por narrar de manera diferente la eterna saga de la Federación. Aunque la serie en sí no es grandiosa como The Next Generation, al menos trata de ser su propia historia, esta vez enfocándose no tanto en el capitán de la nave sino en una tripulante que busca la redención. A veces nuestras expectativas nos ciegan y nos cierran las puertas para aceptar algo nuevo. Por eso me gustó Los Últimos Jedi, a pesar de tanto relleno que tuvo, porque se arriesgó y nos dio una experiencia diferente que aunque no fue tan aventurera como en la trilogía original o bombástica como en las precuelas, se mantuvo como su propia película contando una historia más personal de la familia Skywalker.

Las franquicias no acabarán, más cintas llegarán, la originalidad no reside en la idea que se va a contar sino en la manera como se cuenta. No podemos echar la culpa ni al uno ni al otro, el cine y los medios audiovisuales son de perspectiva, no todos opinamos de la misma manera y si alguien no ve lo mismo que nosotros, no hay que crucificarlo en los comentarios, simplemente respetar su opinión y conservar la nuestra.

Este fue un pequeño ensayo que quería escribir desde hace rato y al hacerlo me siento un poco liberado. Gracias por su atención mis fieles lectores, mañana en el Domingo de Clásicos hablaremos de Ran de Akira Kurosawa y la próxima semana tendremos Especial Navideño, la reseña de Bright y muchas cosas más. Si les gustó esto, comenten y compartan, este blog no es sólo mio, es de ustedes.

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